Era fines del segundo ciclo terrestre. Habían pasado pocos años desde el "cisma de dependencia" y los muggles, al verse escasos de agua, se reunian en colonias en torno a valles fluviales. Por otra parte, las comunidades mágicas se vieron sin protección ante las rivalidades internas y se alejaron de los muggles y buscaron refugio bajo los hilos de los magos más poderosos que pudieran cuidar de sus familias y su dignidad.
Cerca de los pantanos, se estableció una comunidad de mediano tamaño, no muy ágiles de manos pero de una audacia pocas veces vista... Eran seguidos por dragones, los mismos que aprendieron a domar y que llenan de mitología su propia sangre. "Los del fuego eterno" serían llamado en ese entonces, en instancias en que comenzaban las luchas entre clanes, lo cual marcaría el comienzo de una época de enemistades y muerte.
Cuenta la leyenda que, un día, uno de los seis líderes de este clan se internó en lo profundo del pantano en busca de su cachorro de dragón que no había vuelto de la caza. En su desesperación por ese lugar inóspito comenzó a maldecir a cada ser vivo por ser culpable de convertir lo que bien pudo ser tierra fértil en un cumulo de barro y ramas muertas, cosa que no tardó en arrepentirse... depronto, una lluvia de ladridos llenó cada rincón del lugar y la oscuridad cayó sobre él...
Meses enteros pasaron desde aquel día y aún el clan del fuego eterno no sabía nada de su lider, los otros cinco mayores estaban muy preocupados y tristes por la eminente noticia y decidieron hacer una asamblea de ancianos para discutir los caminos a tomar... el nuevo lider que escojer.
"No podemos esperar más, los hechizos de rastreo gastan mucha energía y debilitan nuestras defensas" dijo uno de los sabios. "Ha llegado la hora de nombrar un nuevo líder y preparar la ceremonia fúnebre del joven que perdimos" afirmó otro de los representantes. Cuando estaban preparando el caliz para elegir al nuevo dirigente, llegó corriendo un niño miebro del clan, que no daba más de cansancio, tomó aire y les dijo a los presentes lo siguiente: "Disculpen mi intromisión tan inofortuna, pero era necesario comunicarles que nos han llegado noticias del joven desaparecido en el pantano" casi sin aliento; al sentir la presión de los ancianos sobre él continuó su relato:
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